un poco de todo, mucho de nada, razones, reflexiones y cualquier cosa cercana...
miércoles, 28 de noviembre de 2007
Inicio y fin
sábado, 24 de noviembre de 2007
Raro
martes, 20 de noviembre de 2007
Una noche de guardia
Unas zapatillas rotas y sucias cubrían sus pies. Nada más, ni siquiera tenía medias para poder aliviar el frio. Sus pantalones le llegaban a las rodillas. Sus piernas estaban descubiertas y lastimadas. Nos miraba con cara triste y nos explicó como había recibido esas heridas cortantes en la rodilla en una brutal pelea callejera. Mientras hablaba y contaba su historia no nos miraba. Nosotros estábamos paralizados, escuchando cada palabra.
Un poco mas tarde, ya menos dolorido, lo vimos un poco más cómodo. Una hora después, cuando fuimos a ver como seguía ya no estaba. Se había ido, se había dado de alta él mismo. Adonde habrá ido no sabemos, no tenia donde ir.
lunes, 19 de noviembre de 2007
Alrededor
El mundo, por darle un nombre al conjunto de todas las cosas que nos rodean, denominación que bien podría ser otra, está a irremediablemente a nuestro alrededor, nos abraza y eso es absolutamente inevitable. El mundo está y es, y nos contiene. Seamos humanos o materiales estamos adentro. Todos.
Cada uno con su personalidad, su forma de ser y de vivir, sus ventajas y desventajas, partes positivas y negativas, con las cosas que nos gustan y las que no también, son de una manera y eso, definitivamente, no se puede cambiar. O si, pero corresponde a cada uno. Aceptarlas así como son porque nosotros también queremos que nos acepten así, tal cual somos, es la regla. No vamos a tolerar que nos quieran cambiar, si bien podemos quererlo o aceptar críticas, así como no vamos a forzar a nadie que haga algo en contra de su voluntad. Lo más importante es estar tranquilo con uno, cómodo con la propia conciencia. Y dejar a los demás ser, que cada uno haga su experiencia.
No se quien escribió:
"Intentar ser uno mismo, en un mundo que lucha día y noche por convertirte en algo que no eres, es una de las mayores batallas, y de las mas duras, que se puedan luchar".
En fin, eso es lo que es ahora. Hay cosas que hay que aceptar, otras por las que vale la pena hacer algo. Así somos, infinitos y múltiples, entonces, que viva la pluralidad.
...PnZ!
sábado, 17 de noviembre de 2007
Dos mundos, uno solo
¿Quien fue Pablo Neruda?
Realmente, siendo argentinos, chilenos o prácticamente de cualquier parte de América Latina y el mundo, la respuesta a esta pregunta no tiene mucho de secreto. Abundantes biografías en libros, enciclopedias e Internet, miles de poemas y cientos de historias. Solo a modo de ponernos de acuerdo y ubicarnos en un contexto, podemos resumir que nació en 1904 y murió en 1973 en Chile. Fue poeta llegó a ganar el Premio Nóbel en 1971 y, en lo que respecta al texto de hoy, fue miembro del Partido Comunista.
¿Quien fue Gabriel González Videla?
Quizá para los chilenos esta también sea una pregunta un tanto fácil. Pero, para muchos otros, sí es una propuesta válida, aunque sea solo por ser un personaje un poco menos conocido o popular. Fue presidente de Chile desde 1946 a 1952. Llegó a la presidencia tras una unión entre radicales, comunistas, liberales e independientes. Tras ser electo dijo unas palabras muy bonitas y mentirosas: “Yo les aseguro a ustedes que no habrá poder humano ni divino capaz de romper los lazos que me unen al Partido Comunista y al pueblo”. Bien, después de estas encantadoras palabras, en 1947 expulsó a los comunistas de todos los cargos públicos. Cuando las protestas sociales empezaron, el presidente comenzó con la brutal represión. Se estableció un campo de concentración en Pisagua, en donde, muchos años mas tarde, fueron encontradas fosas con detenidos y desaparecidos. En 1948 dictó la Ley de Defensa de la Democracia. Esta ley, básicamente, prohibía al Partido Comunista. Desde 1973 hasta su muerte en 1980 colaboró con la dictadura militar de Augusto Pinochet como vicepresidente del Consejo de Estado.
No por nada su apodo es ¨el traidor ¨. Un traidor hecho y derecho.
¿Como se conectan estos dos personajes tan distantes?
Que bien aquí se respira
en el paso Lipela
donde no llega la mierda
del traidor González Videla
En febrero de 1949 Pablo Neruda, escapando de Chile, pasó a través del Paso Lipela, llegó a San Martín de los Andes y escribió estas cuatro lineas. Una vez en la ciudad neuquina, siguió camino hacia Buenos Aires, para finalizar, por ultimo, en Francia.
Dos historias que se cruzan en una historia, dos vidas unidas en una vida.
...PnZ!
viernes, 16 de noviembre de 2007
Treinta
En fin, un mes, uno entre doce, entre veintiocho y treinta y un días desde que apareció envuelta en trapos tras un recorrido de casi nueve meses.
jueves, 15 de noviembre de 2007
Noviembre
Camino unas cuadras hacia la parada del colectivo. El fuerte viento que pega en mi rostro no me deja respirar normalmente. Bajo la cabeza tratando de facilitar la entrada de aire a mis pulmones. No llevo más de dos cuadras caminadas desde que inicié esta mínima travesía por el barrio y ya estoy completamente despeinado. No que realmente importe, pero este viento invernal en medio de la primavera me está perturbando.
Un señor sentado en la vereda, apoyado en la pared de una casa, bebe pequeños tragos de una bebida misteriosa oculta en una bolsa. No puedo saber que es, podría intentar adivinar, pero no me gustaría prejuzgar o enjuiciar al anónimo bebedor. Así que queda librado a ustedes los lectores imaginarse el brebaje que mas les guste, sea alcoholizado o no, para este desconocido personaje. Su cabeza mira hacia el otro lado de la calle, pero sus ojos no miran hacia ningún lado. Da breves tragos y no se mueve mucho. La gente, también yo, desfila a su lado y no pasa nada. El señor sentado no se inmuta tampoco. Su crecida barba blanca ni siquiera se mueve por el poderoso viento confundido de estación.Empiezo a sentir la nariz congestionada. Mis ojos comienzan a estar llorosos, siento como pican. Llego a la parada y el colectivo tarda. La cola, que era de tres o cuatro personas, comienza a alargarse. Todos esperando lo mismo, ese número que nos lleve a nuestro destino. Sea cual fuere ese final propio de cada uno, donde nos separemos, todos coincidimos en este momento. Una conexión mínima, un nudo irrelevante. Pero, aún así, son vidas que se cruzan, se atan y se desatan en un momento ínfimo pero real, son cruces y separaciones, todas en un pequeño lapso mientras esperamos el colectivo.
miércoles, 14 de noviembre de 2007
Tres
Tres momentos, tres situaciones. El nene con su pelota. Esta cubre mas que todo el ancho de su cuerpo. El adulto cojeando con la pierna izquierda. El anciano mirando apoyado en su andador.
Mientras espero que me abran la puerta del edificio miro mi alrededor. Sentado y esperando. Miro al nene que deja caer la pelota y, con cara curiosa, ve como se escapa y se mete bajo el auto estacionado. Dobla levemente las rodillas, se apoya en ellas con sus manos, y mira, trata de observar donde quedó su pelota. El adulto, desnivelado hacia la izquierda, baja cosas del auto. Con mucho esfuerzo desciende cajas y las carga hacia la puerta vecina al edificio en el cual estoy sentado, esperando y viendo. El anciano está un poco mas allá ahora. En el transcurso de la situación antes redactada solo logró recorrer uno o dos metros. En realidad no se si no pudo o no quiso. Apoyado en su andador, mirando sus pies a veces, observa hacia arriba y adelante. La madre del nene aparece en escena y rescata el balón desde la oscuridad que reina debajo del auto. Hace la solemne entrega del objeto preciado. El nene, de vuelta, abraza su pelota. La tira al piso e intenta patearla pero se le escapa. El adulto, con su única pierna hábil intenta frenarla pero no puede. Resignado, con ojos ciados, le dice al nene: ¨perdón, no pude¨. El adulto se vuelve a acomodar, había quedado flexionado hacia delante en el intento por recibir el pase del nene. El anciano se había dado vuelta. Ya no miraba más hacia el lado de la plaza, ahora miraba hacia el lado de la avenida. Sin haber hecho ni un paso habia cambiado su panorama. El nene, el adulto y el anciano. Tres momentos, tres situaciones. O un solo momento, una sola situación, pero diversos puntos de vista.