Desde mi egreso de la escuela primaria y hasta hace unos cinco años tuve pecera en mi casa. El motivo del abandono de mi vida en compañía de peces fue un trágico accidente con unos estantes nuevos que no soportaron los kilos que debían, pero será tema de otro post.
Lo que ahora me compete, y es motivo de esta nueva entrada, es mi vuelta al mundo de los acuarios. Armé la pecera nuevamente. Compre cosas de muchos colores, todo para que mi sobrina de año y medio los viera y se copara. Supuse que los movimientos de los peces, sus tonos, las piedritas, las plantas iban a causar sensación. Pero no...
Los peces ni la inmutaron, las plantas ahí estaban con sus rojos, amarillos, naranjas, pero nada...
Eso si, estaba completamente hipnotizada con las burbujas que salían del aireador.
Me la imaginaba pensando:
¨Si, si, todo bien con los peces... se, se... pero esas burbuuujaasss woooooow¨
A los bebes el árbol no les tapa el bosque.
...PnZ!